¿Por qué es Coatzacoalcos la ciudad más peligrosa?

Existe todo un trasfondo del cambio radical de una ciudad próspera y tranquila a convertirse en el municipio junto con sus aledaños Minatitlán y Acayucan en la región donde se corren los mayores riesgos para la vida humana. Ciudad donde no existe vida nocturna, casas abandonadas cierre de negocios y la mayoría de la gente que posee recursos la abandona.

Donde se conjugan intereses económicos y políticos que se remontan a tres décadas en el pasado, donde grupos empresariales en combinación con los gobiernos estatal y municipales permitieron el ingreso de un cártel de la droga que les otorgaba importantes beneficios económicos. Familias conocidas que se enriquecieron colaborando con ellos y que estaban autorizadas por las autoridades. Algunos de ellos sufrieron atentados cuando ingresó otro cártel y empezó la lucha por la plaza.

El aspecto más importante de esta transformación de la zona tiene mucho que ver que durante seis sexenios tanto el PRI hegemónico como el PAN que logró la Presidencia de la República, perdieron todas las elecciones federales. Situación que despertó un odio y rencor con esta zona petrolera por el entonces presidente Carlos Salinas de Gortari, al grado de meter al líder sindical Joaquín Hernández Galicia a la cárcel.

A partir de entonces el sindicato petrolero estuvo a las órdenes del Gobierno Federal, con líderes nacionales y seccionales a modo. Al profesor Sebastián Guzmán Cabrera lo rescataron de su jubilación y le entregaron grandes bienes que tenía el STPRM como tiendas, huertos y hasta clínicas privadas. Al último dirigente Carlos Romero Deschamps lo dejaron que dispusiera de cargos legislativos como senadurías, diputaciones federales y locales, así como diversas alcaldías y cargos municipales, aunado de otorgarle sumas millonarias de las que no tenía que rendir cuentas a ninguna dependencia hacendaria.

Hernández Galicia no tuvo ni siquiera una regiduría a su cargo personal.

Esta mala disposición salinista se ensañó colocando a un gobernador como Patricio Chirinos de manera ilegal por no ser de origen veracruzano y dejando que gobernara su secretario de gobierno Miguel Yunes Linares.

Esta situación se prolongó con Ernesto Zedillo que al igual que Salinas y los panistas Fox y Calderón perdieron en sus comicios federales esta zona del sur de Veracruz identificada en el pasado con el ingeniero Cuauhtémoc Cárdenas y posteriormente con Andrés Manuel López Obrador. Al no reconocimiento de esta región como su aliada comicial empezaron a desmantelarla dejando a los importantes complejos petroquímicos que se perdieran y el mantenimiento que requerían no se lo otorgaban. Lo mismo ocurría con las obras municipales que requería la zona, así como la infraestructura para su desarrollo.

El reconocimiento a esta valiente e independiente posición ideológica de la zona sur de Veracruz el presidente López Obrador le dedica un especial atención con la construcción de la obra más importante de su administración sexenal con el Corredor del Istmo.

Se requiere de manera urgente que se reponga la tranquilidad y termine la violencia y la ola de secuestros y feminicidios. Que se ponga especial atención a lo que demanda el gobernador Cuitláhuac García y el alcalde Víctor Carranza. Otorgarle preferencia de la Guardia Nacional y de las policías estatales y municipales para que resurja como en sus buenos tiempos esta región privilegiada en cuanto a sus recursos de la naturaleza y sobre todo su recurso humano que es de un gran potencial.

El despertar el año próximo con inversiones de varios miles de millones de pesos y la instalación de variadas industrias de capitales nacionales y extranjeros es el panorama que se vislumbra para el 2020.